Características generales del H.T.P.
El H.T.P. es una técnica proyectiva en la que se solicita que se dibuje una casa un árbol y una persona.
Se
denominan proyectivas dado que se espera que el sujeto que efectúa el
dibujo deje plasmado o, dicho de otra manera, que proyecte como se ve a
sí mismo, como le gustaría ser, cuales son sus rasgos de personalidad y
diferentes áreas de interés. Evidentemente el sujeto no es consciente de
los aspectos en que es evaluado. Por eso, estas pruebas, suelen ser
bien aceptadas ya que no se viven como excesivamente intrusivas. Es
decir, no se trata de preguntas directas en las que el receptor es muy
consciente de lo que se le pregunta y, por tanto, pueda enmascarar la
respuesta en función de su intereses.
Este tipo de prueba se
utiliza ampliamente en población infanto-juvenil complementado con el
Test de la Familia y otros para evaluar diferentes aspectos emocionales,
conductuales y también intelectuales de los niños.
En población
adulta puede formar parte de un conjunto más amplio de pruebas para
averiguar la personalidad de los individuos y su idoneidad para ciertos
puestos de trabajo.
ITEMS DEL ARBOL
a) Raíz y suelo
Las raíces representan un elemento de vital importancia. Tienen la doble función de proveer de alimento y energía al árbol a la vez que le sirven de firme sostén adentrándose en las entrañas de la tierra. Constituyen también el elemento oculto. La transición entre las emociones más intimas y el mundo exterior.
La raíz suele asociarse a la parte más instintiva, de sentimientos más primarios, correspondería a lo que Freud denominó “Ello”.
El suelo constituye el principio de contacto con la realidad. Es el punto desde el que el tronco emerge para sobrevivir en el medio externo.
A partir de los 9 o 10 años (antes suele ser omitido) el trazo de un suelo firme puede asociarse a firmeza, seguridad, convicción en las ideas propias. Contrariamente, cuando el suelo no está presente significaría, inestabilidad, inseguridad, dudas, falta de arraigo, necesidad de encontrar su propio espacio.
Unas raices proporcionadas y bien dispuestas en la base del tronco suponen seguridad, buen contacto emocional con la familia. El niño se siente querido. Cuando se omiten (a partir 8 o 9 años aprox.) y en función del tamaño del tronco, pueden señalar fragilidad, temor, miedo al mundo externo.
b) Tronco
Es el elemento más identificado con el “Yo”. En él han de plasmarse la percepción que uno tiene de sí mismo y también el grado de seguridad o confianza que se tiene para afrontar los retos del mundo externo. Los troncos débiles, estrechos, irregulares, bajos o deformes muestran un carácter débil, influenciable, que afronta con temor un mundo externo que es asumido como hostil. Por tanto, el tronco débil puede ser un indicador de problemas emocionales.
Muchos niños con grandes carencias afectivas o que han sido objeto de maltratos, suelen pintar un tronco con un agujero en medio para simbolizar inconscientemente su vacío emocional.
c) Las ramas y la copa
Las ramas, las hojas y demás elementos de la parte superior del árbol constituyen las estructuras que se alzan sobre el tronco (sobre el “Yo”) y revelan la calidad e intensidad de las relaciones hacia el mundo exterior. Puede interpretarse como símbolo de los brazos y de la dirección de las aspiraciones. También del estado de ánimo actual.
Según su forma nos describirán a una persona que se adapta al exterior, se comunica eficazmente con los otros o, por el contrario, adopta una posición de retraimiento y defensa de su propio ego ante las amenazas externas.
En algunos dibujos (en especial, la de los niños más pequeños) las ramas pueden ser sustituidas por la copa. En otros aparecen conjuntamente. La copa, según algunos autores (Mauricio Xandró en Tests Gráficos), se relaciona con el autoconcepto y el mundo de las ideas. En este elemento se reflejarían además posibles conflictos actuales.
Las raíces representan un elemento de vital importancia. Tienen la doble función de proveer de alimento y energía al árbol a la vez que le sirven de firme sostén adentrándose en las entrañas de la tierra. Constituyen también el elemento oculto. La transición entre las emociones más intimas y el mundo exterior.
La raíz suele asociarse a la parte más instintiva, de sentimientos más primarios, correspondería a lo que Freud denominó “Ello”.
El suelo constituye el principio de contacto con la realidad. Es el punto desde el que el tronco emerge para sobrevivir en el medio externo.
A partir de los 9 o 10 años (antes suele ser omitido) el trazo de un suelo firme puede asociarse a firmeza, seguridad, convicción en las ideas propias. Contrariamente, cuando el suelo no está presente significaría, inestabilidad, inseguridad, dudas, falta de arraigo, necesidad de encontrar su propio espacio.
Unas raices proporcionadas y bien dispuestas en la base del tronco suponen seguridad, buen contacto emocional con la familia. El niño se siente querido. Cuando se omiten (a partir 8 o 9 años aprox.) y en función del tamaño del tronco, pueden señalar fragilidad, temor, miedo al mundo externo.
b) Tronco
Es el elemento más identificado con el “Yo”. En él han de plasmarse la percepción que uno tiene de sí mismo y también el grado de seguridad o confianza que se tiene para afrontar los retos del mundo externo. Los troncos débiles, estrechos, irregulares, bajos o deformes muestran un carácter débil, influenciable, que afronta con temor un mundo externo que es asumido como hostil. Por tanto, el tronco débil puede ser un indicador de problemas emocionales.
Muchos niños con grandes carencias afectivas o que han sido objeto de maltratos, suelen pintar un tronco con un agujero en medio para simbolizar inconscientemente su vacío emocional.
c) Las ramas y la copa
Las ramas, las hojas y demás elementos de la parte superior del árbol constituyen las estructuras que se alzan sobre el tronco (sobre el “Yo”) y revelan la calidad e intensidad de las relaciones hacia el mundo exterior. Puede interpretarse como símbolo de los brazos y de la dirección de las aspiraciones. También del estado de ánimo actual.
Según su forma nos describirán a una persona que se adapta al exterior, se comunica eficazmente con los otros o, por el contrario, adopta una posición de retraimiento y defensa de su propio ego ante las amenazas externas.
En algunos dibujos (en especial, la de los niños más pequeños) las ramas pueden ser sustituidas por la copa. En otros aparecen conjuntamente. La copa, según algunos autores (Mauricio Xandró en Tests Gráficos), se relaciona con el autoconcepto y el mundo de las ideas. En este elemento se reflejarían además posibles conflictos actuales.
A) Tamaño del árbol y ubicación en el papel
Características:
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Interpretación:
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Árbol
pequeño
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Un árbol
pequeño (que ocupa menos de 1/4 de la hoja) se asocia a timidez,
retraimiento, temor a lo externo, introversión. También puede indicar
fragilidad emocional.
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Árbol
grande
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Árbol
que ocupa toda la hoja, muestra a una persona normalmente extrovertida,
alegre, que no duda en explorar todo el entorno. Probablemente disfruta de la
compañia de otros. No obstante, si el dibujo grande muestra un árbol
deforme o irreal puede indicar (según la forma), excentricidad, ganas de
llamar la atención, baja aceptación de las normas, también agresividad (si
aparecen ramas punzantes o formas rectilíneas ascendentes).
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Ubicación
inferior
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El
árbol emplazado en la parte baja del papel, dejando mucho espacio por encima
es muy habitual en niños pequeños. Si a estas edades (hasta los 8 o 9 años)
además el tronco es frágil puede significar necesidad de seguridad, temores
hacia el mundo exterior, dependencia de las figuras de apego. En adolescentes
se interpreta como inseguridad, conflicto entre la necesidad de protección
parental y autonomía personal.
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Ubicación
centrada
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Un
árbol situado en la mitad del papel suele ser interpretado como necesidad de
sentirse el centro de atención de los demás, pero también (según tamaño y
forma del árbol), sensibilidad, capacidad de planificación, meticulosidad,
sentido práctico.
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Ubicación
superior
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Está en
esta ubicación cuando se deja mucho espacio entre la base del árbol y el
margen inferior del papel (independientemente si esta en posición horizontal
o vertical). Dependiendo también de su tamaño y forma, la ubicación superior
se asocia a imaginación, al gusto por el mundo de las ideas, a personas
soñadoras. En todo caso, preponderancia del idealismo frente a lo material o
terrenal. Preferencia por el mundo de la literatura y la filosofía.
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Ocupando
todo el espacio
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Entusiasmo,
generosidad, extraversión, sociabilidad. El dibujante explora todo el espacio
sin temores. No obstante, en combinación con árboles deformes, irreales, con
ramas con puntas u otros detalles, suelen señalar a menudo, presencia de
agresividad, falta de control (especialmente si hay sombreados muy
enérgicos).
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B) Las Raices
Características: | Interpretación: | |||
Muchas raices | Un árbol con muchas raices (en especial si son proporcionadas) se asocia a un fuerte apego positivo del niño con su madre y/o familia. Se han establecido unos buenos cimientos para desarrollar una personalidad afectivamente sana. Seguridad hacia el futuro. | |||
Raices deformes | Si las raices son desproporcionadas respecto al tronco pueden ser síntomas de búsqueda angustiosa de estabilidad emocional; también de curiosidad por lo oculto y predominio de conductas primarias. | |||
Ausencia de raices | La carencia de raices en el dibujo (a partir de los 8/9 años) puede ser síntoma de falta de seguridad en el terreno emocional (especialmente si tampoco se ha pintado el suelo). |
C) El Suelo
Características: | Interpretación: |
Hasta los 9/10 años, el suelo suele omitirse y se utiliza el propio margen de la hoja. A partir de esa edad, el suelo es la expresión inconsciente del nivel de contacto con la realidad y la forma con la que se afrontan los problemas de la vida. | |
Suelo Firme | El suelo firme, bien trazado y en forma de una o varias rectas, supone capacidad para ver la realidad, claridad de ideas, voluntad de crecer, estabilidad. |
Suelo Ondulado | Indican adaptabilidad al medio, evitación de enfrentamientos, persona probablemente sensible. Cuando el suelo se dibuja con formas en zig-zag muestran una mezcla de entusiasmo, necesidad de emprender, pero tambien, cierta agresividad. |
Suelo corto | Si el suelo se limita a una simple línea corta y limitada (no mucho más grande que la base del tronco) o ésta es cortada de repente por otros elementos (piedras, jardinera, casa, etc...) muestra introversión. |
Suelo en forma de cerco | Si adquiere forma circular alrededor del árbol muestra aislamiento, deseo de ocultar. |
Sobre montículo | Orgullo, narcisismo, deseo de alejamiento de los demás. Si hay trazos en forma de punta (pinchos): actitud rebelde, de protesta, descontento por la situación personal. |
Sombreado | Objetividad, sentido práctico y tendencia instintiva. Cuando está demasiado resaltado: búsqueda de placer. |
Ausencia de suelo | Estaría relacionada con inseguridad, fragilidad o desesperanza. |
D) El Tronco
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